mi pueblo

Yo voy a mi pueblo una o dos veces al año, pero es que cada vez que voy me obligan a perder cuatro años de salud. Siempre intento que cuando estoy allí coincida con las fiestas, porque es una manera fácil de ver al máximo de gente por las calles y de gastar poco dinero (más bien nada). Pero lo que pasa es que a la tercera copa se me olvida que estoy en un pueblo (contando que ésta llega aproximadamente a las 22.00 de la noche y que la farándula termina sobre las 11.00 del día siguiente, quedan muchas horas en medio para realizar una gran serie de actos memorables para ser recordado en la posteridad de la población). Así es señores, ¡en un pueblo todo se sabe!, y parece ser que el único que no se entera del rumoreo soy yo (sirva como ejemplo que alguien había robado la plaza del pueblo sin que yo supiera nada, la foto adjunta data de 1929).
Así he decidido publicar dos actos que tuvieron lugar este fin de semana pasado antes que se propaguen los comentarios. Estando bajo el falso estado de euforia provocado por el alcohol, tuve el gran honor de conocer a la festera mayor de mi pueblo (la verdad es que no sé si era la mayor, pero luce mucho más que citar a cualquier otra) y obviamente la proposición no se hizo esperar: los pantalones por la banda de festera. Como la chica vio que la proposición iba en serio y demostrando un alarde de sentido común superior al de todos los que estábamos allí, simplemente me prestó la banda. No puedo transmitir la sensación de grandeza que es llevar esta banda sobre el hombro y, como no soy una persona egoísta tuve que compartir esta sensación con el resto de gente que frecuentaba el casal donde estábamos llegando a entrar hasta seis personas dentro de la misma banda(obviamente no sin antes haber disfrutado de la banda durante un largo período). Sobra decir que el arrepentimiento de la muchacha por el préstamo fue inmediato. Les cuento esto señores para que no se sorprendan cuando vean mi foto en la portada de la revista poble (publicación internacional con sede en vila- real).
La otra señores mejor no se la cuento, simplemente vayan al pueblo y pregunten... porque al día siguiente ya lo sabían todos!!
Además de todo esto decir que siempre es una alegría visitar la población y me dio muchísima alegría poder ver a una persona un poquito más especial, aunque no pude hablar demasiado con ella por esa manía tonta que tengo de no ser demasiado puntual (...saps qué??)

un saludo señores, nos vemos en septiembre!!

callao 25, junto al congreso

Permítanme señores hablar del señor Verde y la señora Blanco que andan explotando a la señorita Rojo y a toda su gente. Se trata de una ONG argentina que trabaja para una empresa española. Sólo diré que mi gran amigo Alí, mediante el negocio de la birra ambulante, ya gana un sueldo más digno que la señorita Rojo y toda su gente (hay que decir que el señor Alí se va de vacaciones a Marbella -no sé si tendrá que ver algo con el escándalo- y a Italia, sin contar con sus hijos estudiantes en Oxford y Cambridge, a los que con gusto yo pago las matrículas). Añadir que, no contentos con la escasa retribución a los trabajadores argentinos, además pretenden enseñarles a escribir en español a todos ellos, obligándoles a usar determinadas expresiones absurdas que yo aquí nunca escuché (debe ser porque Catalunya is not Spain), con la tonta intención de que parezca que el artículo lo ha escrito un español!!!
Ante todo esto sólo se me ocurre una cosa: ¡¡¡gallegos culiaos!!!

pd. un saludo a la gente de ESEX (lo siento pero tanta carne no puede ser buena)

con calorcito y de buen rollo

¿qué nos da la felicidad?