Al fin el señor de la bata blanca me ha recetado fósforo. Se ha dado cuenta de algo que mi entorno hace años que sabía: me falla la memoria a corto plazo. La expectativa creada por el producto es máxima, me llueven las preguntas por parte de familiares y amigos para comprobar su eficacia; noto como la presión aumenta sobre mí, ya no puedo dejar de acudir a una cita con alguien, o no devolver algún objeto prestado culpando al recuerdo, o pedirle una lata del sr. Lozano a mi vecina porque se me olvidó ir al supermercado. Estoy comprobando en mis carnes un estrés que nunca había experimentado, se acabaron mis años de tranquilidad, ahora toda la atmósfera que me rodea espera el máximo de mí.
Ahora bien señores, sólo me he encontrado con un problema: necesito tomar 6 comprimidos según la prescripción del señor de la bata blanca para recuperar (o tener por primera vez) mis plenas capacidades memorísticas, pero... ¿cómo pretende este caballero que me acuerde de tomarlas si no tengo memoria? Yo le propuse que me metiera él un primer chute, sin sobredosis, sólo lo justo para acordarme de tomarlas cada día, pero no lo convencí. Entonces me encuentro señores con la dura realidad de siempre, sólo he sido capaz de tomar 6 comprimidos en 4 días, que yo creo que en una semana mi cabeza ya albergará el fósoforo necesario para tomarlo regularmente, y cuando lo logre...¡cuándo lo logre tiene que ser increible!(prepárense para mis felicitaciones los días de sus cumpleaños)
Pero hasta el momento señores sigan teniéndome un poquito de paciencia.
